divendres, 26 de novembre del 2010

Un río rojo unió Makary y la Garriga

La población de Makary, en el norte de Camerún, y La Garriga, estuvieron conectados durante unos minutos el pasado sábado por la tarde. Ambas poblaciones, alejadas entre ellas miles de quilómetros, compartieron el dolor común por la pérdida del sacerdote y misionero, Jordi Mas. La pequeña comunidad católica de Makary, que durante años dirigió el misionero de La Garriga, se unió mediante el teléfono al funeral que se llevaba a cabo en el templo de Sant Esteve de La Garriga. La emoción de las palabras lejanas de la comunidad africana, que resonaban desde la megafonía, llegaron a su punto culminante cuando desde el corazón del Sahel le dedicaron el espiritual Red river valley (El valle del río rojo), que fue tatareada por los centenares de personas que llenaban el templo vallesano. También fueron emocionantes las palabras de diversas personas que conocieron y colaboraron con la obra de Jordi Mas, desaparecido la semana pasada a la edad de 80 años.

La ceremonia religiosa que se alargó unas dos horas, debería haber sido presidida por el cardenal, Lluís Martinez Sistach, quien disculpó su ausencia por encontrarse en Roma. El cardenal fue sustituido por el obispo auxiliar de Barcelona, Sebastià Taltavull. La ceremonia fue concelebrada también por el obispo auxiliar de Terrassa, Salvador Cristau, y un obispo camerunès, Yaouda Barthelemy, de quien dependen las parroquias de Makary y Blangoua que Mas regentaba. Hace unos días, el obispo carmerunés informó a Mas de que su obra misionera quedaba en manos de una comunidad católica italiana. Barthelemy, que intervino en francés, se mostró especialmente afectado por la pérdida de Mas y recordó que él lo había conocido desde su infancia, cuando empezó a acudir a la escuela de la misión, y que lo había animado desde el principio en su vocación religiosa.

La ceremonia también fue concelebrada por una veintena de sacerdotes algunos de los cuales, como manifestaron en la tribuna, conocían la historia de Jordi Mas y su vocación misionera desde su paso por el seminario, allá por los años cincuenta. Cabe señalar que durante el funeral, en el apartado de testimonios, también intervino la alcaldesa, Neus Bulbena, quien recordó el reconocimiento que por su obra el pueblo de La Garriga le rindió en 2008 concediéndole la distinción de Persona Ilustre de La Garriga. El pasado viernes, el Ayuntamiento de La Garriga decretó en la población un día de duelo oficial.

Jordi Mas, que falleció el pasado jueves, día 18 en Vic, fue trasladado el viernes a La Garriga, al templo de Sant Esteve, donde se instaló la capilla ardiente. A lo largo del viernes y sábado por la mañana, centenares de personas se acercaron hasta allí para dar su pésame a la familia.
Jordi Mas fue enterrado el mismo sábado en el cementerio de La Doma.

Pie: Jordi Mas se preocupó siempre de sus feligreses en Camerún y estos no lo olvidaron en día de su funeral

Jordi Abayà, periodista
Publicat a Revista del Vallès (26/11/2010)